Ilustrísima
señora, Doña Blanca Rodríguez, Fiscal de la Audiencia Nacional.
La
verdad es que, pensaba que mi capacidad de asombro estaba agotada, pero no y
tengo que reconocer que gracias a personas como usted o como el juez Pedraz,
cada día que pasa soy bastante más inmune a las actitudes humanas. Lo malo es, que
viniendo de juristas, la cosa cambia… a peor.
Uno se
aterra al pensar en manos de quiénes estamos, teniendo en cuenta, que hubo una
señora juez, llamada, Manuela Carmena. Pero claro, tenemos a una fiscal y un
juez de la Audiencia Nacional, que realmente dan miedo y no porque sean malos, ––que
lo ignoro–– sino porque uno duda de que sus capacidades intelectuales, estén a
la altura del cargo que ostentan. Y esto viene a cuento por el tema del
Concejal de “Ahora Madrid”, Guillermo Zapata.
Mire
usted, yo del juez Pedraz, puedo esperar cualquier cosa y casi ninguna buena,
vista su trayectoria como juez quién, seguramente, aplicará las leyes como se
suelen aplicar, “interpretando” y, como suele suceder, esas “interpretaciones”
tienen muchos parámetros: son relativas, muchas veces partidistas, interesadas,
sectarias, ideológicas y sobre todo, humanas… lo que lleva a más parámetros que
condicionan a la persona… cosa peligrosa en alguien que tiene en sus manos la
capacidad de privar de libertad a otros seres humanos, pero lo que va quedando
claro es, que de justas tienen poco.
A mí me
sorprende que usted, en primera instancia, recurriera el archivo de la causa
dictada por el juez Pedraz, contra el concejal de “Ahora Madrid”, Guillermo
Zapata, por un delito de humillación a las víctimas del terrorismo, dado que
usted entendía, que pudo afectar a la dignidad de todas las víctimas y no sólo
a Irene Villa. La fiscalía, entendía que la frase: “Han tenido que cerrar el
cementerio de las niñas de Alcàsser para que no vaya Irene Villa a por
repuestos" afecta a todas las víctimas del terrorismo y a su
dignidad y que encajaba en el elemento subjetivo contemplado en el artículo 578 del código penal. Pero hay más.
También decía, que antes de archivar la querella, el juez tenía que haber
tomado declaración a Zapata tal y como tenía previsto al principio ––le citó el
día 7 de julio –– precisamente para descartar el “elemento subjetivo” y es que
la intencionalidad, fuera la de humillar a las víctimas. Esto, particularmente,
resulta interesante en derecho, dado que se le pregunta al acusado si tuvo
intencionalidad ¿Qué pensarían que iba a decir?
También
le sorprendió a usted, que el juez Pedraz, hablara de la pena del “paseíllo”
––el juez Pedraz, siempre tan cuidadoso con los imputados y algo menos con los
demás –– por llamar a declarar a un imputado con el objeto de aclarar si hubo
delito en su conducta… ¿Para qué? Si ya lo sabía el juez Pedraz que tiene el
don de leer las mentes.
Tampoco
entendía la fiscalía que, en el auto del Juez Pedraz, se refiera al derecho
penal del encausado, en el sentido de que fuera perseguido él y no otros, en
las redes sociales por sus comentarios, pero sobre todo por su condición de
concejal. No dudaba usted en recordar al juez que, desde hace mucho tiempo, las
fuerzas y seguridad del Estado rastrean en internet comentarios ofensivos a las
víctimas del terrorismo y que han derivado en muchos casos en detenciones, como
las practicadas en las llamadas operaciones “araña”.
De esta
manera, cuestionaba usted al Juez Pedraz, quién decía que: “perseguir esta
conducta en concreto habría que hacerlo respecto a todos los que ha publicado
“chistes” similares y se entraría en una pendiente resbaladiza ya que habría
que proceder a la búsqueda intensiva en las redes, para a continuación, abrir
causas (a millares) para cada uno de los autores ––parece ser, que para el Juez
Pedraz, cuando son muchísimos los delincuentes, mejor dejarlos campear porque
dan mucho trabajo.
Ahora
el juez Pedraz, archiva la causa y la fiscalía no la recurre y no sólo no la
recurre, sino que está de acuerdo con el ínclito juez, en que no puede
considerarse delito de humillación a las víctimas, las palabras del concejal,
Guillermo Zapata. Interesante. ¿Algún día se pondrán de acuerdo con sus
interpretaciones?
Yo
supongo que tanto usted, como el juez Pedraz –– conocido por sus actuaciones de
no impedir las manifestaciones a favor de ETA –– hubieran pensado de otra
manera, si hubieran tenido una hija a la que le hubieran reventado las piernas
en un atentado terrorista o tuvieran algún familiar que hubiera pasado por el
calvario judío. Seguramente, entenderían lo que significa la palabra
“humillación”, máxime, viniendo de un personaje-concejal con cara de pocas
luces, cuya única labor en su concejalía es, hacer lo único que sabe hacer ––y
que no mencionaré –– en las redes sociales y contratar a dedo a su exnovia,
porque de capacidad para llevar una concejalía, cero patatero, no hablaremos de
su capacidad intelectual.
Están
ustedes muy lejos de la gente normal y muy cerca de quién no debieran y no es
eso lo peor, lo peor es, que sus “interpretaciones” de la ley, dejan mucho que
desear, de algo, que hasta los más tontos vemos.
Me
pregunto, si cuando alguien llama a otro, “hijo de puta” ––sin ninguna
intencionalidad ¡Por supuesto! –– Habría que entender que no sería necesario citarle
a declarar por no hacerle el “paseíllo”, o si la intención al decir la
palabreja, es la de humillar.
Lo del “señor”, Zapata, aparte de
ser despreciable, vomitivo y de mal gusto ––lo de mal gusto, lo califican
ustedes ––, es repugnante desde cualquier punto de vista y que en un país que
se supone “Estado de derecho”, no debería permitir, mucho menos, que un
personaje que ejerce una función pública, haga mofa de un atentado terrorista
como el de Irene Villa. El mundo al revés, un servidor público, riéndose de sus
propios ciudadanos que son los que les pagamos.
La
libertad de expresión tiene límites, otra cosa es, que ustedes sepan cuáles son
y si no lo saben, búsquense otra profesión.
Y cómo
entre fiscales anda el juego, tenemos a la Fiscal General del Estado, a la que
pregunto sobre las filtraciones de causas pendientes.
También
me vengo preguntado por las enormes “casualidades”, de que sea el diario el
País, el que un día sí y otro también ––y siempre cuando van a haber elecciones,
supuestamente––, nos anuncie en sus portadas noticias sobre investigaciones que,
“supuestamente” también, se están realizando y que, “supuestamente”, deberían
ser “secreto de sumario”, pero cosa curiosa, siempre hay “filtraciones”, pero
eso sí, cuando afectan a determinados partidos. Yo hubiera deseado la mayor
celeridad en el caso de los Pujol, donde se barajan miles de millones y que
paradójicamente no hay ni uno en la cárcel, pero los concejales del PP de
Valencia, por un tema de ¡MIL EUROS! Que se suponían “donaciones”, alguien haya
determinado que eso es suficiente para citarlos a todos a declarar ––aquí
importa poco el “paseíllo”. Que yo sepa, las donaciones no las prohíbe la ley.
Yo me pregunto ––supongo que los ciudadanos de bien, también –– por qué la
Fiscal General del Estado, no emplea la misma celeridad y el mismo celo con los
Pujol.
Yo soy
de los que todavía se acuerdan del 11-M, también fue casualidad que se
produjera justo cuando iba a haber elecciones… ¿La historia se repite?
El caso
Camps, sonoro también. Más de 170 portadas del País para echarle abajo. Lo
consiguieron y dimitió, pero cosa curiosa, luego salió absuelto. ¿Hay alguien
del País en la cárcel? Pues se deberían investigar varias cosas, primero quién
publica y con qué razonamiento esas portadas y segundo de quién recibe esas filtraciones,
que dejan en estado de indefensión al supuesto imputado que no sabe nada de
esas supuestas actuaciones. Resulta curioso que el diario “El País”, tuviera
información mucho antes que el supuesto imputado.
No le voy a recordar ––ya lo hizo
el Presidente en funciones, Don Mariano Rajoy–– los cientos de casos de
personas humilladas y hundidas en su profesión, que han sido imputadas y que
han salido absueltos, pero eso sí, el daño ya estaba hecho en el momento
oportuno. Se está empleando a la justicia para desacreditar al rival político y
ustedes, aunque digan que son independientes, son humanos y como tal, tienen
sus propias preferencias, por más que se empeñen en intentar hacernos ver lo
contrario… ahí tienen a la Jueza Manuela Carmena, o a la investigada Jueza
Victoria Rosell, candidata de “Podemos”, sin olvidarnos del famosísimo Juez,
Baltasar Garzón y otros…
Lo que está claro es, que algo
huele mal en la política, pero lo que es peor aún, algo huele que apesta en la
justicia.
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